Desde que se conoció la noticia de que Letizia Ortiz, la becaria de los informativos de TVE, había sido la elegida por el Príncipe Felipe para ostentar el título de Princesa plebeya de Asturias, nadie daba un duro por ella.
Y a día de hoy, la poca fe que podía haber en la periodista en prácticas, se ha desmoronado por completo. Ya se sabe su fama de republicana y antimonárquica antes de ocupar las estancias de los Palacios Reales de la Monarquía Española. Aunque ella hiciese hincapié en que trabajaba duro cada día por España, no hay día que demuestre nada a favor de la nación. Sólo se ocupa de decir tonterías con su altivez oviedina, de pasar por quirófano con dinero que no es suyo y de estrenar todas las semanas un abrigo de Burberry.
¿Pero para qué le ha servido toda la parafernalia monárquica? Para conseguir su verdadera meta: ser actriz porno famosa por gozar de un pasado plebeyo mezclado con sangre azul.
Letizia Ortiz acaba de ser fichada por una productora de cine para adultos llamada Cumlouder, la misma que sacó a la doble de Belén Esteban en versión porno, pero en este caso, la original. ¡Todo un pelotazo! Eso sí, en su primera grabación no ha querido perder el sentimiento nacional que tanto le han inculcado en los últimos años, y que aún persiste en su interior.
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